domingo, 26 de mayo de 2013

SUMISIÓN AL PODER ECONÓMICO DEL PAÍS

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Los habitantes de mi país han despertado de la miseria monetaria y personal de la que eran objeto en la Cuarta República, por esto, y otros factores no me atrevo a decir que la mayoría de la población y muchísimo menos que la gran mayoría de los habitantes continúa siendo sumisa a las personas que mantienen el poder económico en Venezuela,  y menos en estos tiempos de revolución, no cuento con una encuestadora, solo observo a mi alrededor, asidua usuaria del transporte público en mi país: ferrocarril, metro, camionetas y mototaxi, escucho lo que dicen, los que como yo, día tras día utilizan el transporte público, unos cuentan con un nivel de conciencia realmente admirable, recuerdan lo vivido en la Cuarta República en muchos casos como se caracteriza al venezolano en forma de chiste, pero, sin dejar de hacer saber que fue un tiempo en que no se vivía sino que se sobrevivía.


Otros aún afirmando que son chavista sin darse cuenta dejan ver que en su interior siguen siendo dominados por el poder económico del país, no los culpo, venezolanas y venezolanos expuestos por más de 40 años a una guerra mediática, a una guerra cultural, una guerra de la cual nadie advirtió, esto ne es fácil de superar. Pero no deja de ser triste.


Por otra parte están mis compañeros de trabajo que según ellos se consideran chavistas y que como comunicadores sociales han estudiado las técnicas que se han utilizado por décadas para dominar y hacer que las personas respondan a los intereses de los grandes dueños de los medios de comunicación e información, sigan siendo sumisos a quien maneja el poder económico en el país es realmente preocupante y decepcionante.


Que salga Lorenzo Mendoza, presidente de empresas Polar luego de reunirse con el presidente Nicolás Maduro diciendo que ellos (como empresa) “NUNCA” han actuado como factores políticos en Venezuela y que esta afirmación sea motivo de discusión en defensa de tal falacia, es algo que no puedo creer.

Basta recordar los hechos del año 2002 donde la Polar participó, para saber que es totalmente falso.

En la actualidad Mendoza destaca que empresas Polar mantiene la producción de harina de maíz en su máxima capacidad, 46 por ciento, del total producido en el país, sin embargo, el producto que es unos de los principales por no decir que el primero en la dieta del venezolano, ha desaparecido de los anaqueles de los supermercados.

Es verdad ellos no producen el 100 por ciento del producto, es cierto, no lo discuto, pero no es realmente raro que gane Nicolás Maduro la presidencia y el producto como por arte de magia desaparezca, ¡ah! Según mis compañeros después de escuchar a Mendoza, los culpables son los SUPERMERCADOS que “esconden, acaparan los productos” “Mendoza no, porque a él lo que le importa es producir para ganar dinero” este análisis es excremento puro.

Henrique Capriles excandidato a la presidencia de Venezuela pertenece a una de las familias más ricas del país, él respondería a los intereses de los grandes empresarios, eso es como sumar uno más uno, con esto no quiero decir que una persona súper millonaria no pueda estar a favor de los más desposeídos, pero revisando la biografía de Capriles es muy difícil de creer que tal milagro pueda suceder con este sujeto, a Mendoza le conviene que en el poder político esté Capriles y no Maduro.

Con este escrito lo que quiero expresar es mi impresión de cómo una cierta población no pone en duda lo que dice Lorenzo Mendoza sino todo lo contrario lo toman como verídico simplemente porque es él, Lorenzo Mendoza el millonario.


¡A DESPERTAR MI PUEBLO!

sábado, 27 de abril de 2013

EL GIGANTE DEL SIGLO 21 CONTINÚA CON NOSOTROS


Es mucho lo que ha sucedido  en mi país, desde aquel 8 de diciembre de 2012 cuando nuestro presidente, Hugo Chávez Frías, se dirigió a todos los venezolanos para informarnos que debía ser operado nuevamente por una recurrencia del cáncer.

Lo primero que pensé ese 8 de diciembre observado y escuchando la alocución de nuestro líder fue: NO PUEDE SER VERDAD, por qué otra vez, el sentimiento era extraño; de molestia, de angustia pero nunca de miedo, porque tenía la convicción de que nuestro gigante saldría bien librado de esta, como ya lo había hecho.

La parte en la que nos pidió que votáramos por Nicolás Maduro, si él llegase a faltar, no dejé que entrará en mí. Nunca me planteé ese escenario, pero sucedió.

Desde el 8 de diciembre de 2012 hasta el 5 de marzo de 2013 antes de las 4 y 40 de la tarde, viví en una montaña rusa de sentimientos, en unos días los comunicados tanto del Vicepresidente, Nicolás Maduro, como los del ministro para la Comunicación e Información, Ernesto Villegas, daban esperanza, en otros, dejaban ver lo delicado que estaba nuestro MAESTRO, pero jamás dejé que la idea del peor escenario se apoderara de mí.

Por otro lado, la canalla mediática avanzaba sin piedad, aprovechándose de la situación, alimentada por la oposición nacional  hambrientos de poder, los que están detrás de los grandes imperios, melancólicos y coléricos que recuerdan con gran anhelo los días en que saqueaban a Venezuela con total libertad, no se quedaron atrás, pusieron en marcha su guerra mediática, utilizaron a sus lacayos y vomitaron todo su odio, todo su excremento tratando de hacer dudar a nuestro pueblo de los comunicados que ofrecía el Gobierno Nacional, mis amigas caían en esa trampa, recuerdo que siempre hablábamos del tema por el grupo del pin, al culminar la discusión todas quedaban más tranquilas o eso creía yo, pasados los días volvíamos otra vez a la misma discusión, no sé cuanta veces le dije que debíamos confiar en lo que nos decía el gobierno.


Todo lo que se hablaba a cualquier lugar al que iba, era lo que decía el Gobierno y lo que decía la oposición en torno a la enfermedad del presidente, Hugo Chávez.

No estuve físicamente a su lado en Cuba y tampoco en el Hospital Militar en Caracas, Venezuela, pero , sentí que lo hice espiritualmente porque cada día que pasaba no dejé de pensar en ti, y cómo dejar de hacerlo, un hombre que se compromete con un pueblo y que se entrega en cuerpo y alma por una América distinta, a favor de los explotados por décadas, una persona totalmente entregada en cumplir el ideal del Padre de la Patria, Simón Bolívar, no se consigue en cualquier parte.

El 5 de marzo de 2013 fue sin duda una tarde triste para Venezuela y para poblaciones del mundo entero , quienes lloramos esa desgarradora noticia que nos dio el vicepresidente, Nicolás Maduro, noticia que en un primer momento no procesé y no lloré porque simplemente no lo creía, mi gigante, nuestro gigante, el gigante del mundo se había ido físicamente, sin duda, un golpe muy fuerte, sintonicé la radio en la que trabajo, el canal del Estado, canales privados y fue como a las 2 horas que me di cuenta que era una realidad y fue cuando el dolor que sentía se evidenció en lágrimas.

Sin duda la montaña rusa de sentimiento se intensificó.

Luego de enfrentar esa dura realidad, te juré, MI LÍDER SUPREMO, HUGO CHÁVEZ , que seré una de esas millones de soldadas que cuidará tu legado, y para eso cumpliré lo que nos aconsejaste miles de veces, ESTUDIAR, ESTUDIAR Y ESTUDIAR para aportar a la Revolución Bolivariana.

Aunque la canalla mediática ataque, aunque la guerra por las redes sociales se intensifique como está sucediendo en la actualidad, la semilla que sembraste hace muchos años no solo está sembrada, sino que ha germinado y está creciendo y será muy difícil de eliminarla, porque se encuentra en todo el mundo.


¡TE AMO Y TE AMARÉ POR SIEMPRE MI COMANDANTE, TU IDEAL VIVIRÁ EN MÍ POR EL RESTO DE MI VIDA!



domingo, 28 de octubre de 2012

CÓMO DEJÉ DE PERSEGUIR MIS PESADILLAS

 He estudiado que pasaba dentro de mí, aunque ahora me cueste aceptarlo la inseguridad en mí cuando era estudiante era evidente, ahora pienso que el miedo al fracaso da muestra de no creer en uno, en subestimarse, en creer que no vas a poder con equis situación. 

 Salí del liceo sin una idea clara de lo que quería ser y eso me marcó, sentía que pasaba el tiempo y yo no conseguía mi talento, algo que me apasionara, una profesión en la que pudiera pasar horas sin importarme, porque simplemente estaría realizando lo que me encantaba, me aterrorizaba de sólo pensar en mi futuro, Me imaginaba cualquier cantidad de cosas.

 Es ilógico, yo era muy joven, por qué pensar de esa manera tan negativa, si en esta etapa de la vida es cuando las personas creen que lo pueden lograr todo, que pueden cambiar hasta el mundo. En mí no existía ese espíritu de la juventud que te hace ser innovador, decidido, arriesgado y miles de cosas más. 

Al fin entré a la universidad, un instituto universitario, no puede ser, no me gustó la carrera, no era lo que pensaba, me sentí súper mal. Aun estudiando esa carrera que no me gustaba, llegué a la Comunicación Social por error, iba a inscribir Derecho pero no había cupo, entonces inscribí Comunicación, así fue como inicié en este camino. 

 Si me estaba preparando para el futuro por qué continuaba ese miedo, pues mi inseguridad había incrementado, me había equivocado al elegir la primera carrera y si sucedía lo mismo con esta otra carrera. Qué iba a pasar, qué iban a pensar mis padres, mi familia. 

Pues ahí está unos de mis tantos errores, me preocupaba más por lo que pensaban los demás que en hacer lo que me gustaba, lo que quisiera, cualquier cosa loca pero que me hiciera sentir bien.

 Lo antes mencionado ligado a que la nueva universidad en la que ingresé a estudiar enfrentaba una gran campaña de desprestigio, realmente era una tortura para mí. 

Mi papá me dijo que no dejara que opiniones de terceros influyeran en mí, por eso continué en la universidad para saber si era realmente malo el sistema que se desarrollaba en esa casa de estudio, pues ya sabía cómo funcionaba el sistema privado, entonces podía contrastar, este nuevo sistema aceptaba a madres con sus bebes, eso me sorprendió, impensable en el otro sistema, los profesores se involucraban más con los estudiantes, me parecía realmente extraño, busqué los pensum de Comunicación Social de otras universidades y comparé, eran muy parecidos, solo en algunas materias se diferenciaba un pensum de otro. La universidad tenía fallas, sí, era una universidad que estaba naciendo frente a unas que tenían una historia de décadas  impartiendo clases.

 Luego de darme cuenta de la farsa de la campaña, comencé a defender mi casa de estudios, opositores al Gobierno afirmaban que los egresados de la universidad en la que yo estudiaba eran ineficientes, eran mediocres y cualquier insulto que se les viniera a la mente eso éramos para ellos, mi propia familia una tía en una oportunidad me dijo que los egresados de esa institución eran TAPAS AMARILLAS (aquí en Venezuela se les denomina así a algo que no es lo suficientemente bueno, algo que es una copia de mala calidad). Ella es opositora a las políticas del Gobierno, odia a Chávez, por qué no preguntarme mejor cómo era el sistema implantado en esa universidad, por qué no me dijo si había una falla en alguna catedra buscara información alterna en una biblioteca o por internet, era como una rabia porque al estar yo ahí, estaba apoyando la gestión del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, a ella no le importó lastimarme, ella sólo pensó en lo que se decía, que la universidad era mala, en el odio contra Chávez, odio, alimentado por los grandes empresarios de medios de comunicación que buscan que pensemos que nuestros intereses son los de ellos. 

Yo desperté, reaccioné de ese miedo que me llevaba a lo que le temía, el fracaso. Ya sabía que si me esforzaba conseguiría lo que quería. Pero había algo que me preocupaba, no todos las personas que estaban en el Gobierno de Hugo Chávez pensaban como él, todavía, lamentablemente hay personas que trabajan no por el bienestar del colectivo sino por su propio bienestar, eso hace que el proceso de cambio en Venezuela sea más lento, que personas que creían en el proceso que plantea Hugo Chávez se decepcionen, muchos trabajan para quedar bien con Chávez en una transmisión, no para quedar bien con la población. Las llamadas palancas (personas que ayuda a otra a ingresar a una organización saltándose todos los reglamentos) esto lamentablemente abunda. 

 Yo ya no era la misma y como lo mencioné en mi primera entrada comencé a realizar pasantías para adquirir experiencia y de esta manera contribuir con el proceso de cambio que vive Venezuela. 

Por un momento de mi vida perseguí mis pesadillas y no mis sueños eso hizo que estuviera sumida en pensar cómo iba a ser mi futuro y no trabajando para garantizar un buen futuro, teniendo un país con oportunidades de participar, de opinar, de formar parte del cambio político económico y social de Venezuela.

 No desperdicies tu vida escuchando comentarios mal sanos o con miedo de afrontar la realidad, eso te llevaría a ser miserable por el resto de tu vida, demuestrales lo equivocados que están.

sábado, 20 de octubre de 2012

PERSIGUE TUS SUEÑOS, NO TUS PESADILLAS :)

Con este blog no pretendo que miles de personas me lean sólo deseo escribir lo que siento, deseo documentar lo que estoy viviendo, en esta primera entrada quiero compartir una experiencia que realmente me ha marcado, todo estudiante universitario desea conseguir un empleo antes de salir de la univ. o al finalizar la carrera. De estudiante unos de mis más grandes miedos era no consegir empleo, el fracaso, esto; lo sé, demuestra debilidad de mi parte e inseguridad, pero algo dentro de mí me decía que no iba a ser así, esa parte luchadora que no dejaba que los pensamientos negativos mataran mis sueños, me hacía reaccionar, fue así como me dispuse a hacer pasantías en todo medio de comunicación donde me dieran la oportunidad para adquirir experiencia, así llegué al canal del Estado, un gran choque con la realidad, me di cuenta que debía ser más proactiva si quería sobrevivir, me di cuenta que los demás no eran tan sinceros como yo, la posible envidia, rivalidad o malas acciones de compañeras de la universidad se quedaban en pañales frente al espacio laboral. Culminé la pasantía, no me contrataron je je je pero tuve un gran aprendizaje, además de lo técnico ya sabía más o menos como era el movimiento laboral.

Segundas pasantías: Viceninisterio de Políticas Estudiantiles, se quería crear una especie de biblioteca audiovisual del Movimiento Estudiantil, esto, en el marco del cambio de sistema político que vive Venezuela y la participación de la juventud en éste. No se dió, cambiaron al viceministro Héctor Rodríguez, se cayó el proyecto. NOOOOOOOOOO POR QUÉ JE JE JE JE.

 Terceras pasantías una radio comunitaria, ahí salió por primera vez mi voz al aíre, me aterré, JE JE JE bueno ya sabía que las prácticas de la univ. no se comparaban con la realidad, debía mejorar en muchas cosas, mi timidez era cuchillo para mi garganta, imaginense,  una comunicadora social tímida, esto es igual al fracaso seguro. Estas pasantías las hice en vacaciones luego inicié clases y se me complicó la cosa y no pude ir más porque estudiaba en la capital de mi país y la radio quedaba en el interior del país.

¿Será que esta carrera es para mí? Esta pregunta me la hice muchas veces a lo largo de mi carrera.

Cuartas pasantías una radio con sintonía a nivel nacional. Ya estaba un poco más pila cada día me gustaba más mi carrera, me adapté rápido a la dinámica que se desarrollaba en el Departamento de Prensa, sentía que tenía la oportunidad de quedar, faltaba una redactora y yo estaba ahí, trabajando duro para quedar, peleando con mi timidez, con mi dificultad para relacionarme con otras personas, reto nada sencillo, modificar algo que venía conmigo desde que era una niña, no era fácil. Aún seguía tímida pero no tanto como cuando estaba en el canal del Estado, esto quería decir que mis esfuerzos aunque quizá para los demás seguía siendo la misma, yo sabía que estaba cambiando.

 Se acercaba el fin de mis pasantías,pregunté que posibilidades había de quedar trabajando, en hora buena quedé ¡síííííí!  JE JE JE JE JE Estaba súper feliz, iniciando mi último semestre en la univ., y conseguir un empleo ligado directamente a mi carrera, mi gran pesadilla se cayó, pudo más mi constancia. :)

 En la segunda entrada contaré lo que luego me pregunté: ¿por qué tanto miedo al fracaso? ¿Qué hizo que ese miedo estuviera ahí? ¿Qué pasaba conmigo, por qué me atormentaba tanto la idea de salir de la universidad  y no tener un trabajo como comunicadora social?.